Siempre que alguien me pregunta sobre la masturbación femenina, debo confesar que siempre pensé era mínima e inexistente, aunque me he dado cuenta de que tal vez no estoy en lo cierto, mi juicio lo hago basado en mi experiencia personal.
Lo que pasa es que en lo que a mi concierne la masturbación no es algo que me vuelva loca, admito que en gran parte de las veces que lo he hecho mas que inducida por un deseo propio a sido a modo experimental, motivación de a algún amante pero la verdad que simplemente no me llama la atención, de todos modos no quiero hablar de eso que pienso al respecto sino que quiero remontarme a mi niñez y a los primeros episodios que recuerdo de masturbación ya que hace poco he caído en cuenta sobre algunos episodios y bueno quería compartir mis primeras experiencias con quien sea que me lea.
Lo primero que logro recordar eran mis visitas al campo, me encantaba visitar a las abuelas, tías y prim@s
en especial a mi querida Di con quien al crecer no tengo mucho contacto, pero en ese entonces como jugamos, con Di la diversión principal era la hora del baño, nos encantaba bañarnos juntas, al bañarnos hacíamos el rol de que eramos pareja, ella era el hombre y yo la mujer, y pues me tomaba en sus pequeños brazos simulando que me forzaba a ser suya, algo así como en las novelas o eso imagino Di eso lo vio en algún lugar tal vez sus padres, o como pienso en la televisión, la verdad es que no tengo idea pero me encantaban esos juegos y la sensación que producían en mi cuerpo desnudo y mojado.
Pasaron unos años y ya un poco mas grandes y consientes, llegaron los días de nuestros últimas horas de baño juntas y pues llego a nuestra vida un primo más pequeño de cabellos rubios que paso a ser el hombre de nuestros juegos y horas de baño, hasta que simplemente no paso más.
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