Pasado el tiempo, simplemente mis juegos junto conmigo fueron creciendo y evolucionando como todo en la vida, fue entonces cuando busque sentir nuevas sensaciones, no recuerdo el orden de los siguientes inventos pero si cada uno de ellos, ahora había descubierto el mundo de los libros el primer libro que no fue un cuento de hadas fue como agua para chocolate y así llegaron muchísimos libros a expandir mi imaginación sin fin, pues toda mi vida me ha gustado pasar el borde de telas suaves por la punta de mis dedos y labios, es un viejo habito que no logro dejar, me tranquiliza, me ayuda a dormir, me gusta como se siente, algún día me habrán de sorprender tocando ropa ajena tan solo por la textura de la tela y pues fue así como se me ocurrió que me gustaría sentir esa sensación en mi clítoris, en mi imaginación era algo super rico y pues así el siguiente paso fue la auto exploración, la primera vez que me moleste en ver mis genitales fue en el suelo del baño, estaba allí desnuda después de darme masajes con vaselina recomendación de mi querida Di a quien ya le habían crecido los senos y me dijo que esa era la técnica.. Me senté y empece a explorar, sin malicia alguna solo me observe, días después leí en un libro que esto era mas fácil con un espejo y desde ese día siempre tengo un pequeño espejo en mi habitación con el que me exploro y veo que pasa por esos lados...
El ultimo evento de todas estas primeras experiencias de masturbación y con el concluyo esta primera parte del ciclo es el recuerdo de los grifos, pues pasa que entre tanto explorar algo frío de metal entre las piernas puede sentirse muy bien es por eso que de vez en cuando durante esos baños largos aparte de quemar petalos de rosas haciendo hechizos, tambien frotaba mis genitales con el grifo usando cada destreza en mi interior para treparme y poder moverme...
Bueno creo que de mis primeras masturbaciones estas fueron las que realmente disfrute o recuerdo.
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