Dime señor mi Dios todopoderoso ¿qué quieres de mí?, mi alma ha clamado a ti como, Jesús tu hijo, mi hermano, en aquella cruz, mi alma te ha hablado, pero mi razón sigue sin comprender. Dame luz, dame de tu luz, dame a beber de ti para ser cual manantial, y que me ayudes a cambiar, te amo mi Dios, no me dejes alejar, no me dejes clamar que me abandonas porque yo se que tu nunca me abandonas porque yo se que nunca me dejas, aunque mis padres me dejaran, aunque el amor humano se me negara, no dejes que te aleje, ayúdame Dios misericordioso a encontrarte en todos sitios a comprender mi eloi, que tu eres todo, que aun en la oscuridad no me dejaras porque estás conmigo aun desde antes de nacer, porque estás conmigo ahora en esta noche que oro mientras te escribo y que estarás conmigo por los siglos de los siglos. Amén
